martes, 16 de febrero de 2016

El gigante en tormenta

Pocos países son tan completos y tan complejos como la República Democrática del Congo. Es el gigante de África con todo lo que un país puede soñar tener en su subsuelo. Tiene todos los minerales conocidos y desconocidos desde el diamante, hasta el coltan pasando por el uranio y el petroleo. Dios le otorgó todo lo que se puede desear como riqueza natural. A parte de ser grande de tamaño (casi toda Europa Central), es también grande en riquezas y población. 
Alguien llegó a decir que África es un rifle cuyo disparador se encuentra en Congo. El día en que ese país se despierte, toda África se pondrá en pie y andará. Pero ¿cuándo llegará ese día?
Hace exactamente 24 años que el dictador Mobutu reprimió en la sangre una marcha de los cristianos que se habían echado a las calles de Kinshasa reclamando la democracia. El clamor del pueblo era tal que todo Kinshasa estaba paralizado y el dictador temía por su fin. Las fuerzas de seguridad, en lugar de velar por la seguridad de los ciudadanos, prefirieron obedecer al presidente disparando con balas reales a la masa. Nadie sabe cuántas personas fallecieron en esta contienda. Desde entonces, el sueño de la democracia se frustró. 24 años después, nadie es capaz de decir si el país ha mejorado o no.
Cuando en 1996, la guerra estalló en el este del país, todos los congoleños creyeron en su liberación. En muchos sitios, apoyaron la guerra pensando en echar a Mobutu del poder. Pero no se dieron cuenta de que aquello era el inicio de otro calvario que iba a durar mucho tiempo. De hecho, Mobutu se fue y murió pero como lo había vaticinado él, lo que era Zaïre que se luego se convirtió en Congo se quedó en un caos.
Hoy en día, Congo es el país dónde se viola a miles de mujeres como arma de guerra, muchos ciudadanos viven desplazados sin horizonte posible, grandes territorios están fuera del control del gobierno central. Se cuenta que existen más de 60 grupos armados en el Congo que viven del crimen de manera impune. Además, los traficantes de todo tipo han elegido domicilio en esos lugares bajo control de las guerrillas ya sea para saquear riquezas, ya sea para vender armas.
Entre tanto, los políticos pasan meses y años discutiendo del calendario electoral, de si debe haber o no un diálogo nacional. Lo que pasa en el este no parece ser el asunto prioritario en su agenda.
Hoy, para conmemorar a los caídos del aquel año fatídico, la oposición entera ha propuesta una jornada sin actividad en todo el país. Se trata de luchar por ausencia, una arma que puede ser eficaz cuando la gente tiene de comer en casa.
Sospecho que la hora del despertar de Congo todavía no ha llegado pero llegará y aquel día, África entera temblará.

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