domingo, 24 de enero de 2016

Mi querido Bakouma atacado

Bakouma es una ciudad situada a 900 km de Bangui (República Centroafricana), y a 130 km de Bangassou. Allí pasé los mejores años de mi vida haciendo lo que me gustaba: la evangelización y el desarrollo. El jueves 21 de enero de 2016, un grupo armado irrumpió a la parroquia san Andrés desde atrás dónde está una pequeña catarata sobre la que un misionero holandés, el padre Henri había instalado una pequeña central eléctrica. Aparecieron de manera imprevista a la parroquia y detuvieron a dos religiosas de América latina, Claribel y Sandra así que un seminarista. Después de amenazarles y golpear seriamente a la hermana Sandra, rompieron las puertas del convento de religiosas y del presbiterio de curas. Cogieron todo el material electrónico que podían encontrar (ordenadores, una radio de comunicación, teléfonos móviles etc) pero también otras cosas de valor. Secuestraron algunos trabajadores centroafricanos de la ONG americana llamada CRS (Catholic Relief Service) pero luego posteriormente los dejaron en libertad. Todo se pasó por la tarde, hacía las 17 horas. Todo el pueblo de Bakouma se vio una vez más conmocionado por este ataque que les cogió por sorpresa. Las primeras informaciones hablaron de los combatientes de la LRA del celebre señor de guerra ugandés, Joseph Kony. Pero, algunos empezaron a pensar que quizá fueran otros grupos armados que no faltan en la zona. Si fuera obra de Joseph Kony, sería por primera vez que ataca directamente la iglesia católica en Centroáfrica. Por otro lado, sus ataques suelen tener por objetivo el saqueo de víveres para sus combatientes y no prioritariamente el material electrónico.
Gaetan en medio de las hnas Claribel y Sandra (Julio 2015)

Esta desgracia viene cuando hace poco se desató en misma zona de Bakouma la epidemia del virus llamado monkey pox que se conoce en español como la viruela del mono. Se trata de una enfermedad que se transmite de monos infectados al hombre y a partir de allí, del hombre al hombre. El afectado fiebres altas y irrupción de botones sobre el cuerpo pudiendo causar la muerte. En estos momentos la ONG Médicos Sin Fronteras está a pie de obra intentando atajar la epidemia. Hay que recordar que la República Centroafricana es un país actualmente considerado como fallido. Muchos sitios están bajo control de los grupos armados y ningún servicio puede garantizar la seguridad o el bien estar básico de los ciudadanos. Por otro lado, el país está en un proceso electoral que tiene que poner fin a la transición y poner las bases de la estabilidad y el desarrollo.

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