martes, 29 de diciembre de 2015

China en África


"China está haciendo lo que nuestros colonizadores tendrían que haber hecho hace mucho tiempo". Esta frase tan rotunda no viene de un sencillo campesino africano sino del mismísimo presidente de la Unión Africana, el presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe. La pronunció en la cumbre China-África en Johanesburgo el viernes 4 de diciembre de 2015 antes una treintena jefes de Estados africanos en agradecimiento al presidente chino Xi Jinping.
La cumbre China-África viene a marcar un punto de inflexión en las relaciones entre el gigante asiático y el continente africano. Durante su discurso, el presidente de China prometió un préstamo en parte muy barato o en parte sin intereses de 60 mil millones de euros. Este dinero será destinado al desarrollo en las áreas de la agricultura, industria, reducción de la pobreza etc. También prometió una ayuda directa de 60 millones de euros para las operaciones de mantenimiento de la paz que lleva a cabo la Unión Africana en distintos países y una ayuda humanitaria inmediata de 140 millones a los países azotados por la sequía u otras desgracias naturales.
El anuncio del presidente chino a los presidentes africanos levantó un caluroso aplauso de los asistentes y una euforia generalizada sobre todo el continente negro. China se mete así de lleno en África.
En realidad, China ya está en África desde hace mucho tiempo. Su táctica para entrar fue muy sutil y bastante atractiva. Ofrece infraestructuras que ejecuta en un tiempo récord, ofrece préstamos baratos y sin largas negociaciones y, sobre todo, se abstiene de entrometerse en las políticas internas de los países con los que trata. Esto hace que nadie se de cuenta de su discreta entrada en la casa africana y que nadie se haga preguntas sobre su agenda secreta.
En muchos países, ya ha construido estadios de fútbol como el de Bangui en Centroáfrica,  hospitales, carreteras como en Kinshasa, en la República Democrática del Congo, terminales de aeropuertos como el de Maputo en Mozambique etc. Hace poco ofreció a la Unión Africana un extraordinario edificio de 20 pisos como signo de amistad y en la actualidad, tiene a más de un millón de chinos en el continente y más de 200 mil millones de euros de inversión al año. Sus bancos acaban de firmar un contrato para financiar el ferrocarril de la Comunidad del África del Este (EAC) que cruzará Kenya, Uganda y Rwanda. Son gestos que dan a China una ventaja sobre Occidente en el futuro mercado africano.

¿Qué busca China?

Pregunta fácil con una respuesta también fácil. China busca lo que todos los países industrializados buscan, ni más ni menos. África es el continente que tiene todavía todos los recursos naturales en grandes cantidades y carece de tecnología para explotarlos con sus propias empresas. Necesita dinero para funcionar y también para poner en marcha sus proyectos de desarrollo. Tanto Occidente como China necesitan de los recursos para alimentar su industria. Por tanto, si China va a África, no es por ser buen samaritano sino por hacerse con lo que le interesa. La diferencia entre China y Occidente radica en las maneras y los métodos utilizados.
En la actualidad, China está explotando el petróleo en Sudán, el coltan en la República Democrática del Congo, la madera en Mozambique, el cobre en Zambia. Hace tres años firmó un contrato de explotación del petróleo de Centroáfrica etc. En definitiva, China coge todo lo que le cae a la mano y no hay ningún país africano que escape a su presencia.

¿Qué opinan los africanos?

Si preguntas a un ciudadano de a pie en África, te dirá que prefiere más a China que a Francia o Inglaterra. Parece ingenuo,pero es así. Muchos africanos te dicen: "si en los 50 años de independencia aliados con Occidente, no ha habido desarrollo, cambiemos de aliado para una nueva experiencia".
El sentimiento del neocolonialismo occidental está tan arraigado que la gente ve con recelo la presencia de los europeos en el suelo africano. En cambio, China parece tener una acogida generosa, parte por su estrategia que consiste en realizar obras grandiosas a los ojos de los ciudadanos (estadios, centrales eléctricas, hospitales, etc.) y parte por su virginidad en cuanto a la colonización. Comparando con Occidente, muchos africanos opinan que China hace mucho en poco tiempo frente a la hipocresía de los países occidentales que pretenden dar lecciones de democracia y de los derechos humanos, a la vez que apoyan los regímenes dictatoriales.
Aunque, los más avisados, perciben con recelo la presencia masiva de los chinos, la opacidad de sus contratos y el apoyo indirecto a los dictadores.
En primer lugar, cuando hay una obra de construcción, China suele traer a sus propios materiales y su propia mano de obra por lo que, no hay creación masiva de empleo para los trabajadores locales, ni se potencia la compra de materiales en los países donde se realizan las obras. En este sentido, la presencia de China es negativa.
En segundo lugar, nadie sabe qué tipo de agenda secreta tiene China al ofrecer cantidades ingentes de dinero a los países africanos. De hecho, en muchos países, ya ha empezado a comprar terrenos inmensos o explotar los minerales sin que la población tenga tiempo de reaccionar.
En tercer lugar, el hecho de que China no insista en el tema de los derechos humanos y la democracia como lo suelen hacer los países occidentales –entre otras cosas porque ellos no lo practican-China se presenta como un apoyo fuerte a los dictadores que se aferran al poder pisoteando los derechos de sus ciudadanos.

En definitiva, China seduce por su respeto a las instituciones locales, su rapidez y eficiencia en las obras, su pasado limpio del colonialismo y, sobre todo, su dinero. Pero, ¿sabrá hacerlo mejor que Occidente o será una hipoteca aún mayor?
Gaetan

miércoles, 16 de diciembre de 2015

La república de Logone.

No creo que esta república suene mucho a mucha gente. ¿Será un país de Asia? ¿Será de esos países ficticios? Pues, ni lo uno ni lo otro. Se trata de un nuevo país africano que supuestamente acaba de nacer. ¿Dónde? Dentro de la República Centroafricana.
Este 15 de diciembre, en pleno proceso electoral, cuando los centraofricanos estaban haciendo cola para votar el referéndum de la nueva Constitución, punto de partida de la salida del país de la transición, uno de los rebeldes seleka más radical declaró que acababa de fundar una nueva República. El rebelde no es otro que el temible y temido Nouredine Adam y su nuevo país se llama República de Logone. Parece surrealista.
Nouredine Adam es uno de los acompañantes de Michel Djotodia, el responsable de la Seleka. Cuando éste dimitió por presiones de la Comunidad Internacional y se exilió a Benin, Nouredine cogió a sus hombres y las armas para recluirse en el norte del país. Desde allí, se constituyó en un señor de guerra.
Hace pocas semanas, amenazó con atacar Bangui y derrumbar las instituciones de transición. Se estrelló contra las fuerzas internacionales cerca de Sibut. Los helicópteros franceses le hicieron retroceder después de perder muchos hombres. Desde entonces, se instaló en Kaga Bandoro. A partir de allí, lleva tiempo desafiando a la autoridad central. Declaró hace poco que no permitiría la instalación de la administración del Estado ni dejaría a los ciudadanos votar en las elecciones en curso. Como para afirmar su postura, acaba de declarar una nueva República,
Resulta sorprendente que haya elegido el nombre de Logone. Se trata de un río que pertenece más a Chad que a Centroáfrica. Es verdad que nace en las regiones del norte de la República centroafricana pero su extiende más en el Chad y se vierte en el lago Chad. ¿Habrá alguna relación entre el nombre de este nuevo país con el país vecino?
La declaración de la República de Logone surviene en el momento en el que Centroáfrica se encuentra en un proceso democrático. Todos los ciudadanos centroafricanos quieren pasar la página de la guerra y entrar en un nuevo ciclo de paz. El Referéndum votado este domingo 14 debe permitir la organización de las elecciones presidenciales y legislativas el 27 de diciembre. La declaración unilateral de un nuevo estado en estos momentos es absolutamente inoportuno y la Comunidad Internacional que está llevando todo el peso de la crisis centroafricana no puede permitir esta barbaridad. No solamente este estado naciente sería un elemento de desestabilizar el resto del país sino que sería un nido de todo tipo de tráfico ilegal y, como no, de yihadistas que encontrarían un lugar perfecto en el corazón de África.

sábado, 5 de diciembre de 2015

El imperio chino en África

Hace una decena de años, asistí a un espectáculo digno de ser llevado a la gran pantalla. Se trataba de la construcción de un estadio de fútbol en Bangui, la capital de la República Centroafricana por los chinos. ¿Por qué digo que era un espectáculo? Pues nada de lo que veía era habitual. Aquellos chinos que se parecían entre ellos habían traído de su país sus propios materiales, su cemento, sus palas y picos etc. La mayoría de los trabajadores desde los jefes hasta los capataces y la mano de obra eran chino. Era prácticamente imposible distinguir quién era quién esta obra. Todos, como un solo hombre trabajaban día y noche. Nadie sabía si eran los mismos desde la mañana hasta la otra mañana o si eran grupos distintos. En muy poco tiempo, finalizaron las obras y entregaron el estadio que posteriormente se bautizaría "estadio de las 20 mil plazas" al gobierno centroafricano. Este hecho me llamó mucho la atención en tres aspectos: la capacidad de trabajo de los chinos, el sistema que supone traer todo de China hasta la mano de obra y la relación de China con los gobiernos.
En estos días, se está celebrando una cumbre importante en China y el continente africano en Sudáfrica. En esta cumbre, China ha prometido una ayuda en forma de préstamo de 60 mil millones de euros sin o con intereses baratos a los países africanos para sus infraestructuras y la puesta en marcha de sus proyectos. Al finalizar su discurso, el presidente de China recibió un interminable aplauso de parte de los mandatarios africanos y el presidente de la Unión Africana, Robert Mugabe echando mano de su tradicional sentimiento anti-occidente dijo: "China está haciendo lo que nuestros colonizadores debían haber hecho desde mucho tiempo". China acaba entrar así triunfalmente en el continente africano, afianzándose como primer inversor sobre el continente y además con una calurosa bienvenida de los dirigentes africanos. La nueva guerra entre Occidente y China ha comenzado.
En realidad, China ya está en África desde mucho tiempo. Su táctica para entrar fue muy sutil y bastante atractivo. Ofrece infraestructuras que ejecuta en un tiempo récord, ofrece préstamos baratos y sin largas negociaciones y sobre todo se abstiene de entrometerse en las políticas internas de los países africanos. Esto hace que nadie se da cuenta de su discreta entrada en la casa africana y nadie se hace preguntas sobre su agenda secreta.
En muchos países, ya ha construido los estadios de fútbol, los hospitales, las carreteras. Hace poco ofreció a la Unión Africana un extraordinario edificio de 20 pisos como signo de amistad y en la actualidad, tiene a más de un millón de chinos en el continente y más de 200 mil millones de euros de inversión al año. Sus bancos acaban de firmar un contrato para financiar el ferrocarril de la Comunidad del África del Este (EAC) que cruzará Kenya, Uganda, Rwanda. Son gestos que dan a China una aventaja en el futuro mercado africano sobre Occidente.
Evidentemente, los analistas avisan que China no va como buen samaritano. Se está instalando por intereses económicos buscando los recursos naturales y sobre todo su política no suele crear empleo de los propios africanos. También los hay quienes critican la calidad de las infraestructuras que construye. 
En todo caso, si Occidente no cambia la prisma en la que mira África y no actualiza su sistema que roza el neocolonialismo, China le arrebatará el mercado y muy pronto. 

domingo, 29 de noviembre de 2015

La fiesta del papa.

En Bangui, un nuevo saludo se ha instalado en las calles: "feliz fiesta del papa". La fievre de la visita del Papa a la República Centroafricana se ha apoderado de todos los habitantes de la capital. Todos sin excepción, tanto cristianos de todas las confesiones como musulmanes, esperan esta visita como un milagro de Dios. De repente, el ambiente se ha relajado, la tensión persistente durante estos últimos dos años parece haber desaparecido. Las imágenes del papa se encuentran en todos los rincones de la capital. Muchos centroafricanos hicieron el vieje peligroso desde la provincia, algunos con camiones, otros andando para ir a recibir la bendición papal. Los musulmanes del km 5 esperan al papa como un líder espiritual más allá de los intereses políticos y partidistas. Todos creen que su presencia su barrio traerá la paz. Hay que recordar que el barrio del km 5 es el único sitio dónde quedan musulmanes dentro de la capital y los que se encuentran allí, están rodeados de milicianos antibalaka que no les permiten la libertad de movimiento. Pues, el papa decidió ir a la mezquita de ellos, desafiando las advertencias de seguridad. El evento papal va más allá de lo que se puede imaginar. La visita está creando un ambiente nunca visto en este país durante años. Hasta las mujeres musulmanes quieren vestirse de paños con la imagen de Francisco para recibirle calurosamente. ¿Quíen podría imaginar esto hace poco? La catedral de Bangui dónde el papa piensa abrir, por antelación, la puerta del año de la misericordia está lista y luce con el lema del Papa. El entorno está decorado por las banderas del Vaticano. Muchas calles que llevan al centro de la ciudad han sido precipitadamente rahabilitadas. Algunos partidos políticos enviaron a los jóvenes a hacer la limpieza cerca de dónde pasará el Papa. Está visita está siendo más que una sencilla visita. Es todo un simbólo de paz y de reconciliación en un país azotado por las violencias intercomunitarias. Durante su estancia, el Papa se reunirá con los católicos en la Catedral, con los protestantes en el instituto protestante (FATEB), con los musulmanes en la mezquita, Ali Babolo y con todos en el estado Boganda. Es importante recordar que todos los actores internacionales, empezando por el gobierno francés, desaconsejaron la visita por las dificultades de seguridad. Sin embargo, no parece que Francisco sea de los que se dejan intimidar. Y la persistencia del papa a realizar la visita está dando un punto más a su importancia.

miércoles, 25 de noviembre de 2015

El papa Francisco y el avispero de Centroáfrica.


Las lenguas se desatan unos días antes de la visita del Papa a Centroáfrica como última etapa de su gira por África. Los medios internacionales empiezan a dudar de esta visita por la peligrosidad de la situación y la espontaneidad del papa Francisco, quien casi siempre salta los protocolos de seguridad para acercarse más al pueblo. ¿Irá Francisco a Centroáfrica?
El programa del papa en Bangui tal como lo publicó el Vaticano es muy ambicioso. Cualquiera que lo lee se pregunta si es posible realizarlo en su formato original o incluso si es responsable llevarlo a cabo. Pero seguramente, el Papa sabe lo que hace.
Tres son los momentos más llamativos en una situación como la del país visitado: la visita a los campamentos de refugiados del aeropuerto, la visita a la mezquita central de Bangui y la misa multitudinaria en el estadio nacional.
Para ir al campamento de los desplazados, el Papa tendrá que hacer el trayecto que va del centro de la capital hacía el aeropuerto. Pasará por el barrio convulso llamado "combattant" donde circulan a sus anchas los temibles milicianos antibalaka. Son los milicianos de este barrio los que están poniendo a todo Bangui en jaque los últimos días, matando indiscriminadamente a los que ellos consideran adversarios y mutilando sus cadáveres. Concretamente hace tres semanas pararon el coche de una delegación de musulmanes de la facción seleka UPC, invitados por la presidencia, y los asesinaron sin miramientos. Nadie sabe lo que quieren ni cuáles son sus reivindicaciones más allá de sembrar el terror derramando la sangre. Se supone que los antibalaka no tienen ninguna intención de obstaculizar el viaje del Papa pero siendo grupos incontrolables, ¿quién puede asegurar que se mueven con racionalidad o no puedan ser instrumentalizados por otros?
                                          La catedral de Bangui dónde el Papa abrirá la puerta para el año de la misericordia.
La visita a la mezquita no es menos peligrosa. Para llegar a la mezquita, el Papa y su séquito tendrán que pasar por barrios muy hostiles a los musulmanes, repletos de milicianos antibalaka también muy propensos a apretar el gatillo. Muchas veces esos jóvenes se mueven por rumores, prejuicios, falsas informaciones, ideología, etc. El hecho mismo que el Papa vaya a visitar a sus enemigos puede ser una razón para convertir el camino en algo intransitable. Para ellos, cualquier pretexto es bueno para iniciar un sinfín de violencias, venganzas o represalias.
Por otro lado, los milicianos musulmanes alrededor de la mezquita central, aunque dicen esperar al Papa como una bendición, nadie puede prever su reacción. Entre ellos existen facciones, cada una con sus objetivos. Hay quienes creen que algunos operan en complicidad con algunos grupos de los antibalaka para desestabilizar el gobierno de transición. Hace poco tiempo, una facción de esos milicianos amenazó con insultos al arzobispo de Bangui y a la delegación vaticana que éste conducía en el marco de preparar la visita del Papa. Bien es verdad que los representantes oficiales de los musulmanes condenaron lo ocurrido pero en la situación de Centroáfrica, los representantes de las confesiones religiosas no tienen control sobre los criminales organizados que andan sueltos y que muchas veces hacen sus fechorías en el nombre de la fe.
Precisamente el barrio del km 5 dónde está ubicada la mezquita central lleva dos años cercado por los antibalaka. Los pocos musulmanes que quedan en Bangui se encuentran recluidos allí sin posibilidad de movimiento por miedo a encontrarse con los antibalaka. Ellos mismos hablan de una cárcel gigante a cielo abierto. Allí estos últimos momentos se encuentran concentrados los sucesivos enfrentamientos entre las distintas bandas. Se cuenta que cada semana mueren unas 50 personas principalmente en este barrio y a sus alrededores. Es allí donde el Papa piensa ir a encontrarse con los musulmanes en un gesto altamente simbólico para la paz y la reconciliación.
Por último, el Papa piensa celebrar una misa multitudinaria en el estadio nacional. El lugar del estadio no presenta ningún problema real de seguridad ya que se sitúa en uno de los barrios más seguros. En este caso el problema no es la ubicación del evento sino la concentración de miles de peregrinos venidos de todos los rincones del país en una capital poca segura. La Conferencia Episcopal prevé que cada diócesis envíe grandes delegaciones para el acontecimiento. La pregunta que cada uno se hace es la siguiente: ¿Conseguirán los peregrinos transitar con seguridad por las regiones de alta peligrosidad que controlan los distintos grupos armados?¿Cómo proteger a tantas personas en una ciudad explosiva si ya las fuerzas internacionales están desbordadas a la hora de proteger a los habitantes habituales de Bangui?
Por otro lado, no hay que olvidar que la presencia del Papa supone un número elevado de los visitantes extranjeros, obispos de los países vecinos, periodistas de los distintos medios internacionales a parte del séquito personal del Papa, etc. Todo esto supone un desafío de seguridad. A esto hay que añadir que esta visita del Papa coincide con la época de tensiones electorales propias de una campaña política, que tampoco se sabe muy bien como se llevará a cabo para que sean unas elecciones transparentes.
Por el momento, a pesar de que Francia haya aconsejado la anulación del viaje, las autoridades de transición en Centroáfrica insisten en mantener la visita confiando en la providencia. El mismo Papa afirma que tendrá su palabra y los ciudadanos centroafricanos esperan la llegada del Pontífice como una bendición y un empujón hacia la paz entre las distintas comunidades.
Para finalizar solo cabe una pregunta ¿es este el mejor momento para la realización del viaje?.
Sólo el tiempo nos dirá.

Gaétan

martes, 24 de noviembre de 2015

Las guerras africanas (Part6)

La guerra del Sudán del Sur.

Para muchos observadores, la guerra actualmente en curso en el Sudán del Sur es fruto de la estupidez y de la codicia de dos personajes claves de ese país: el presidente Salva Kiir y su ex vicepresidente Riek Machar. Es también la guerra más absurda a la que estamos asistiendo en los últimos tiempos. Tan es así que se está llevando al joven país al borde de la desaparición como nación y la auto-destrucción como pueblo.

Las raíces del conflicto.

Para entender el conflicto actual, hay que tomar en cuanta tres cosas importante: la historia del país, la composición étnica de esta parte del Sudán y los recursos petrolíferos.
En primer lugar, durante la época colonial, Inglaterra nunca se preocupó de formar a una élite capaz de auto-dirigirse. Se entregó a la ocupación y la explotación de los recursos. Cuando el Sudán recobra su independencia, el sur estaba completamente desprovisto de recursos humanos. Por otro lado, ya desde la independencia en 1956, el norte y el sur entran en una guerra mortífera que durará muchos décadas.
Durante la segunda guerra entre el norte y el sur, John Garang que era militar del ejército nacional se convirtió en el leader el sur. Para impedir cualquier rivalidad en el mando, se encargó de descartar a cualquier persona emergente, llegando incluso a matar a los que podía sospechar de tener mejores capacidades que él. Este hecho hizo que el Sudán del sur se quedará mermado en cuanto a la capacidad intelectual de auto-gobierno. Salva Kiir que sustituyó a John Garang, después de su accidente mortal, no es más que un sargento del ejército y según muchos analistas, manipulable e incapaz de tener una visión clara del futuro nacional. Riek Machar su adversario hizo sus estudios en Inglaterra pero su ambición por el poder y su codicia le hace incapaz de posponer sus intereses personales por encima de los del Estado.
En segundo lugar, viene el problema étnico. Allí nos encontramos con dos grandes grupos sociales importantes: los dinka de los cuales proviene Salva Kiir y los nuers de los cuales proviene Riek Machar. Las dos etnias son nilóticas y fueron principalmente pastores de vacas antes de combinar esta actividad con la agricultura. Son generalmente de religión tradicional aunque últimamente muchos acogieron la religión cristiana. Los miembros de estas etnias son muy altos pudiendo llegar algunos a 2 metros de altura. Hablan lenguas diferentes pero con cierta similtud. Sus costumbres, aunque diferentes, tienen algo en común. Los dinka son mayoritarios con unos 3.000.000 de integrantes mientras que los nuers son unos 2.000.000.
Ya en 1991, hubo enfrentamientos entre los dinka y los nuers. Entonces, el leader de los dinka era John Garang y el de los nuers, Riek Machar. Todo se saldó con al menos 5.000 muertos. Sin embargo, el hecho de tener entonces un enemigo común, el Sudán del norte, volvieron a unirse para la lucha.
Se piensa que el hecho de vivir en estructuras de clanes hace que la gente no tenga una visión muy amplia del estado. De repente, los ejecutivos funcionan como si estuvieran dentro de un clan pequeño.  El Estado nuevamente creado se convirtió rápidamente en un estado fallido sin estructuras sólidas, sin control riguroso, con mucha corrupción y clientelismo.
En tercer lugar, viene el petróleo. El primer recurso que genera ingresos es el petroleo. Desde siempre el Sudán del norte quiso controlar este recurso y de momento aprovecha con las tasas de tránsito. Le interesa que se siga sacando mucho para beneficiar mucho.
En la actualidad, tres son las empresas que se encargan de explotar el petróleo del Sudán del sur: China National Petroleum Corporation, Oil National Gaz Corporation, Petronas. China, Malasia e India monopolizan este sector. Todas las rivalidades tienen como punto de mira este recurso.
Por tanto, el conflicto del Sudán del Sur aunque con tintes étnicos, no es ni religioso (los dos bandos practican las mismas creencias) ni realmente étnicos al menos en los inicios.

La guerra

Cuando se firmó los acuerdos de paz entre el norte y el sur, se hizo posteriormente un referendo de auto-determinación. Con el impulso de los Estados Unidos, el presidente El Bechir del norte aceptó el veredicto popular. Sudán del Sur se convirtió en el país más joven del mundo el 9 de julio de 2011. Salva Kiir de la etnia dinka se convierte en el presidente y Riek Machar en su vice-presidente. A partir de aquí, empiezan las rivalidades entre los dos mandatarios mirando más su ego que los intereses de su país.
El 13 de diciembre de 2013, empieza la guerra. Salva Kiir detiene a 10 dirigentes nuers acusándoles de preparar un golpe de Estado. Riek Machar se rebela con una parte del ejército. La guerra entre dos hombres arrastra a las dos etnias en unos sangrientos enfrentamientos. Los rebeldes ocupan la ciudad de Bor y posteriormente Bentiu haciendo de paso limpieza étnica. Los militares del gobierno contra atacan haciendo a su vez limpieza étnica. En solamente dos semanas, los muertos se cuentan por miles. La Misión de paz de la ONU se ve desbordada por el flujo de los desplazados.
El presidente Ugandés Museveni envía refuerzos al presidente Kiir que consiguen frenar la furia de los rebeldes. También el presidente del norte, El Bechir se muestra aliado de Kiir por intereses obviamente.
En enero 2014, se firma acuerdos de paz en Addis Abeba (Etiopia) en los cuales se decide enviar tropas etíopes para garantizarlos. Sin embargo, los acuerdos están constantemente violados una y otra vez. El Sudán del Sur se encamina a la desaparición como estado.
En la actualidad, la guerra sigue allí. Siendo un país nuevo sin estructuras, se teme una desagregación total. Estamos ante un posible Estado fallido donde la corrupción, la desigualdad, la injusticia y la pobreza son los elementos que más ocupan el terreno. Los países vecinos intentan apagar el fuego pero también ellos van protegiendo cada uno sus intereses.
Lo único que los dirigentes del Sudán del Sur están mostrando al mundo es que son incapaces de ver el bien común, olvidar las diferencias y reunir energías para batir un país. Están dando razón al Sudán del norte que defendía que no eran todavía maduros para crear un país independiente.

Últimamente, gracias a la amenaza de sanciones por parte de la Comunidad Internacional, las dos partes firmaron un acuerdo de paz el 26 de agosto de 2015 en Juba. Delante de los presidentes de Uganda, Kenya, Etiopia etc. los dos protagonistas, Salva Kiir y Riek Machaar, se comprometieron a enterrar el hacha de la guerra. Según los acuerdos, la parte de Kiir tendrá un 53% del gobierno mientras que la de Machaar tendrá un 33%. El resto de partidos se contentarán con un 14%. Las tropas de Uganda tendrán que retirarse y dejar la seguridad a las fuerzas internacionales.

Las guerras africanas (part5)

Las guerras de Sudán

Uno de los países castigados por las guerras desde décadas es el Sudán. La inmensidad de su territorio, la complejidad cultural, religiosa y política de ese país explica en parte los diferentes conflictos que padece. Para entender mejor la situación de Sudán, vamos a dividir sus conflictos en tres partes: la primera y la segunda guerra entre el norte y el sur; la guerra del Darfur y la guerra en curso en el Sudán del sur.

a) Las dos guerras entre el norte y el sur.

Sudán fue conquistado por Egipto bien antes de la colonización. Cuando llegó la colonización, pasó bajo el dominio británico. El acuerdo entre Egipto y Gran Bretaña sobre la independencia de Sudán estipulaba que el nuevo gobierno de Jartún debía organizar el país de tal manera que hubiera un gobierno federal en el sur. Esto venía del hecho de que el norte es mayoritariamente musulmán, con una visión social y cultural diferente, mientras que el sur es mayoritariamente cristiano y de religión tradicional que se suele llamar animista.
En 1956, Sudán se convierte en un país independiente. Pero el gobierno de Jartún no cumple con sus compromisos de establecer una federación en el sur. Por miedo a que se impusiera la las costumbres islámicas en todo el país, el Sur emprende una guerra reclamando la autonomía. La guerra fue atroz. Se piensa que se llevo por delante a más de 500.000 muertos.
Gracias a la mediación de las iglesias cristianas, el norte y el sur llegaron a un acuerdo de alto el fuego. En 1972, el acuerdo fue firmado. La guerra acababa de hacer 16 años azotando a ambas partes. Se acuerda integrar a los militares del sur en el ejército nacional y formar un mismo ejército. John Galang fue uno de los militares del sur en integrar el ejército nacional.
En 1983 el general Gaafar Nimeiry hace un golpe de Estado e impone la sharia sobre todo el territorio sudanés. Estalla otra vez la guerra. Nace SPLA (Sudan People Liberation Army) con el objetivo de conseguir la independencia del sur. Reaparece John Garang de Mabior como comandante de esta rebelión. SPLA recibe el apoyo de Ethiopia y consigue organizar ataques eficaces contra el norte. La guerra fue larga y costosa.
En 1991, hay intentos de acuerdo entre las dos partes. Sin embargo, SPLA se escinde en dos entre los partidarios de un acuerdo y la ala dura del movimiento.
En 1989, el general Omar El Bechir toma el poder en norte con un golpe de Estado. Muy rápidamente se convierte en enemigo de los Estados Unidos. Estos últimos pasando por Ouganda, apoyan SPLA. Entre tanto, hacen presiones por un acuerdo.
En enero 2005, se firma un acuerdo definitivo de alto el fuego en Nairobi. Poco después, John Garang es investido como vice-presidente de Sudán. Sin embargo, el 30 de julio de 2005, John Garang muere en un accidente sospechoso del helicóptero ugandés. Nunca se llegó a elucidar las circunstancias de ese accidente. Le sustituye en el cargo Salva Kiir Mayardit.
La primera y la guerra de Sudán dejó a centenares de miles de personas refugiadas en los países vecinos, en Uganda y la República centroafricana. Sudán cuenta entre los países con los refugiados más antiguos del mundo. Por otra parte, se calcula que las dos guerras dejaron aproximativamente 1.500.000 muertos, la mayoría de ellos, civiles.

b) La guerra del Darfur.

El Darfur es un territorio enorme en el oeste de Sudan. Colinda con Chad y la República Centroáfrica. Este territorio está habitado por dos grandes grupos étnicos importantes: los negros agricultores y los baggaras que son pastores árabes.  Los dos grupos son mayoritariamente musulmanes. Eso significa que no hay una guerra religiosa en el Darfur sino más bien étnico. Como siempre donde hay agricultores y pastores en un mismo territorio, los conflictos pueden llevar a una guerra. Fue lo que pasó en esta parte de África.
En 2003, estalla la guerra. Nace MLS (Movimiento para la Liberación del Sudán) compuesto por los negros. Reivindican la igualdad y la mejor repartición de los recursos del territorio. Lo que empieza como escaramuzas contra los baggara se convierte progresivamente en una verdadera guerra.
En abril 2003, MLS se une a otro movimiento MJI (Movimiento para la justicia e igualdad). De manera combinada, atacan al ejército nacional en la zona de El Fasher. Habiendo preparado el ataque en total discreción, se apoderan del cuartel militar, destruyendo los aviones de guerra y matando a muchos militares del ejército nacional.
El gobierno responde creando la milicia de los Njanjaouids afines a los baggara. Empiezan las represalias sangrientas que han llevado la ONU a hablar del genocidio de los negros. Los milicianos njanjaouids, bien armados y organizados practican una limpieza étnica, destruyen por completo pueblos enteros y expulsando a miles de personas. Los desplazados se cuentan por miles desatando una horrible crisis humanitaria. Las mayores matanzas se observa en Fur, Zaghawa y Masalit.
En 2004, el ejército nacional entra en acción siempre al lado de los njanjaouids. Los negros aun con el apoyo de Eritrea se ve en inferioridad. El mundo entero se estremece ante las  matanzas. Las manifestaciones llenan las calles de numerosos países llamando la intervención de la ONU.
En mayo 2006, se filma un acuerdo entre MLS y el gobierno en Abuja. Se decide enviar los cascos azules para la protección de los civiles. Finalmente, la ONU despliega 26.000 militares en una misión que se ha bautizado de histórica. Gracias a su presencia, se reduce drásticamente los ataques y la destrucción de pueblos.
En 2008, el Tribunal Internacional de la Haya inculpa al presidente sudanés, Omar El Bechir de organizador del genocidio. Se convirtió así en el primer presidente en activo a estar enfrentarse a una orden de arresto y captura de parte del TPI. Desgraciadamente, hasta el día de hoy, sigue sin inquietarse.

Se piensa que la guerra del Darfur ocasionó más de 400.000 muertos y casi 2.000.000 de desplazados.

jueves, 19 de noviembre de 2015

El Islam africano

Hace poco, durante la cumbre sobre la seguridad, el presidente de Senegal, Macky Sall dijo sin tapujos que África tendría que rechazar las ayudas de los países del Golfo que aprovechan la pobreza de África para impulsar el islam radical. Decía concretamente que para dar ayudas, esos países exigen la construcción de mezquitas y extienden el salfismo que no corresponde a las costumbres y culturas africanas. Esta mañana, el ex-ministro maliense de defensa y actual responsable de la lucha contra el terrorismo en la Unión Africana, Boubakar Meiga, decía en la Radio France Internacional lo mismo apuntando directamente a Arabia Saudí.Para él, África tiene que independentizarse del salafismo oriental muy en desajuste con la mentalidad africano. Me parece interesante que los dirigentes musulmanes africanos tomen este tipo de posturas. El hecho de ser musulmán no significa que uno pierde su condición de africano. Y tanto el Islam como el cristianismo tienen que inculturarse en el continente. Esto significa que llegan para mejor y nunca para desfigurar las semillas del bien que se encuentran en las culturas de África. Últimamente África está sufriendo el acoso de grupúsculos radicales que aprovechan la debilidad de las instituciones para imponer el yihadismo completamente ajeno a la mentalidad africana. Entre esos grupos, destacan AQMI y MUJAO en Mali, Boko Haram de Nigeria y Al Shabab de Somalia. El yihadismo del norte de Mali y de Nigeria que está siendo un rompecabezas en muchos países de la zona tiene que ver con la destrucción de Libia y el desconctrol de los radicales formados en el salafismo del Golfo Pérsico. Al Shabab de Somalia aprovecha la larga descomposición de Somalia para implantar un tipo de islamismo importado también del Golfo. De manera general, el eslam africano es bastante tolerante. En muchos países, el islam convive con el cristianismo u otras religiones sin enfrentamientos. Es muy frecuente incluso encontrar familias mezcladas con cristianos y musulmanes sin que ello suponga desconfianza. Todos los países del sur de Sahel integran esta realidad en su seno político y social. Para frenar el redicalismo que se presenta como una real amenaza al continente, Marruecos acaba de abrir un instituto de formación de los imames musulmanes para un islam tolerante en África. Muchos países entre otros Mali ya han enviado a los suyos para seguir la formación. El radicalismo es algo importado por unos pocos siempre en conexión con los países musulmanes no africanos. En cambio, lo que dice el mandatario de Senegal es altamente verdadero. Pone el dedo en la llaga si tenemos en cuenta lo que está ocurriendo en muchos países subsahariano. Efectivamente, en los últimos años, Arabia Saudía está financiando muchas mezquitas, complejos culturales musulmanes, escualas coránicas etc. en muchos sitios. Todo ello lo hace a cambio de introducir un tipo del islam que se practica en oriente próximo, generalmente sunii pero en su vertiente conservador. Es importante que muchos dirigentes musulamanes africanos se sumen a esta postura de macky Sall y Meiga que consiste en promover un islam africano tolerante, libre de las influencias dañinas y abierto al desarrollo. Lo que África no necesita en este momento no es la vuelta a los primeros siglos sino una apertura al mundo moderno salvaguardando sus valores positivos.

sábado, 14 de noviembre de 2015

El terrorismo y la razón pervertida.

Antiguamente la guerra era un acto heroico donde se medían las fuerzas de dos ejércitos bien identificados. Los enemigos eran muy bien conocidos y la batalla determinaba quién era ganador y quien era perdedor. Aunque no se pudiera asegurar la total seguridad de los inocentes, nadie los atacaba indiscriminadamente. En el código de los guerreros estaba tajantemente prohibido agredir a una mujer, un niño o un anciano fuera del campo de batalla. La guerra era una cuestión de valor, de honor de parte de los combatientes. Últimamente estamos asistiendo a otro tipo de guerras que no responden a los cánones ordinarios de batallas. Ya no se trata de un enfrentamiento entre dos ejércitos sino un estallido de violencias por aquí por allá donde los enemigos son invisibles y todo el mundo puede ser candidato a la muerte. El terrorismo escapa a la lógica habitual de la guerra; introduce ingredientes nuevos difíciles de entender por los que beben de la cultura occidental. Ya no hay ejércitos acampados sino grupos dormidos dispuestos a matar o a inmolarse matando a los inocentes. No se trata de enfrentarse a un adversario en un campo de batalla sino alcanzar al enemigo matando a los suyos. En este sentido, todo funciona por asociación y terror. Asociación porque se considera que los que comparten los mismos ideales que el enemigo son igualmente enemigos y por terror porque se pretende derrotar al enemigo sembrando el caos en los suyos. En este sentido, el concepto de inocencia no existe. Todo esto está fuera de toda lógica occidental y es inútil intentar entenderlo. El terrorista tiene otra mentalidad y se mueve en una dinámica completamente diferente. Para un occidental, se trata de un cálculo diabólico mientras que para el terrorista se trata de una estrategia de lucha dónde Dios es el vencedor. De allí conviene hablar de la perversión de la religión y de la razón. La religión es tradicionalmente entendida como un sistema de creencias que sirven a conectar con lo alto. El objetivo principal es conseguir la paz y la armonía entre la vida terrena y el Ser Supremo. A raíz de esto, se puede decir que la religión es una búsqueda de la vida y la serenidad. Cuando la religión se pervierte, se convierte en una ideología, es decir un conjunto de ideas manipuladas al servicio de una causa. La ideología nubla la razón y es capaz de llevar a la persona a cometer las peores atrocidades sin el menor remordimiento de consciencia. De repente, en lugar de promover la vida, la religión ideologizada empieza a promover la muerte; el hombre en lugar de ponerse al servicio de Dios para la paz, se hace el guerrero para imponer por la fuerza la supuesta voluntad divina. En la misma óptica, cuando la razón se pervierte, se convierte en un instrumento del mal. La razón es una arma tan poderosa que pervertida puede destruir al hombre. Es como un coche sin freno en plena carretera. Es difícil entender a una persona que se arma de bombas para estallar en un bar o un mercado o en cualquier plaza pública con el único objetivo de matar a más inocentes posibles. ¿Quién puede entender esto? Algunos hablarán de frustración o de desesperación como motivos de esta actuación pero yo creo que los que envían a estos terroristas sobre el terreno después de limpiarles el cerebro, no son ni frustrados ni desesperados. Tienen un concepto especialísimo de Dios y sobre todo, a mi entender, están en plena perversión de la razón. Lo de Paris de este viernes 13 no es algo nuevo. Llevamos años asistiendo a este tipo de barbarie en Nigeria, Kenya, Somalia, Libia, Siria, Irak, Afganistán etc. Mirando el mapa, lo único que se me ocurre es que cuando la razón se pervierte, nadie puede tener seguridad en ningún sitio. Da igual que las víctimas sean cristianos, musulmanes, budistas o paganos. De hecho en todos estos sitios, los inocentes que mueren son de todos los credos. Para el terrorista, el hecho de no participar de su razón te convierte en un enemigo de Dios y tu vida no merece la pena. Es difícil entender a los terroristas porque no tenemos los mismos principios. Ellos creen hacer la voluntad de Dios erradicando el mal, es decir acabando con los impíos cuando nosotros creemos que lo que hacen es inhumano. Sólo el Dios del amor nos puede salvar. Entre tanto, estoy al lado de los que sufren en todos los sitios donde el mal parece tomar el mando.

jueves, 5 de noviembre de 2015

La lección democrática de Tanzania

Hace poco ví por casualidad en la web una foto del presidente Obama junto con sus cuatro predecesores (Jimy Certer, Jorge Bush padre, Bill Clinton y Jorge Bush hijo). Para algunos africanos, es una foto inaudita ya que en muchos paises se aplica el dicho según el cual no existen dos crocodrilos machos en un mismo río. Esto significa senciallamente que en muchas ocasiones, el presidente acaba su mandato matado o exiliado. El succesor, lejos de tomar la lección de la historia, cae en la misma trampa de dirigir sin nunc preparar su pacífica jubilación. Pero, hoy la imagen del nuevo presidente de Tanzania, John Magufuli, junto con sus tres antecesores me llenó de alegría. Se diriría que es una excepción que confirma la regla pero es un signo de esperanza y es una lección magestral a muchos países africanos. Tanzania inició su democracia en los años 1985 con la dimisión voluntaria del padre de la independencia, Mwalimu Julius Nyerere. Este sabio se dio cuenta que su edad ya no le permitía seguir guiando al país. Aunque las elecciones verdaderamente democráticas se celebraran en 1995, desde la salida del poder de Nyerere, han pasado por la presidencia de manera pacífica y democrática cuatro presidentes, Ali Hassan Mwinyi, Benjamin Mkapa. Jakaya Mrisho Kikwete y Magufuli que ha sido intronizado hoy. Todos estos presidentes están vivos y siguen con su vida tranquila dentro de Tanzania. El presidente Magufuli sustituye a Kikwete quien hace poco declaró que acababa su segundo mandato con alegría en el corazón y que consideraba importante pasar el testigo al otro para complementar lo que no había podido hacer. Es verdad que África va avanzando poco a poco en muchos aspectos y que nunca se le puede aplicar las teorías venidas de fuera sin más. Pero también es verdad que este tipo de discurso es bastante escaso sobre el continente. En este sentido, he de decir que Tanzania ofrece una lección de fortaleza democrática al mundo en general y a África en particular.

sábado, 31 de octubre de 2015

Centroáfrica: un mes de la visita del Papa.

Cuando el Papa anuncio, hace un año, su intención de viajar a Centroáfrica, sabía lo que estaba pasando por allí y fue por eso que quiso absolutamente ir a encontrarse con un pueblo herido en una situación dramática. Centroáfrica llevaba ya tiempo sumergido en un sinfín de violencias. A día de hoy, un mes antes de la visita del Pontífice, nadie es capaz de predecir lo que pasará durante su visita. Será una experiencia de un papa en una ciudad insegura. Últimamente, la situación ha ido a peor. Cada día hay matanzas, venganzas y represalias entre unos y otros sin que nadie llegue a poner coherencia en lo que está pasando. Tanto los antibalaka como los seleka y otras entidades se encuentran en el gobierno de transición. Y sin embargo, sigue habiendo escaramuzas y muertes entre los dos grupos que llevan por delante a civiles inocentes. El gobierno no parece controlar nada. Las fuerzas internacionales tienen dificultades en interponerse cuando estallan las violencias ciegas. En Bangui, un rumor puede desatar un movimiento masivo y una ola de violencia. Si muere un musulmán en algún rincón de la ciudad, nadie busca las causas de su muerte o el verdadero motivo de su asesinato. De inmediato, los milicianos musulmanes del km 5 se ponen a quemar casas de los vecinos no musulmanes y matan a unos cuantos inocentes que encuentran en la calle. Por otro lado, los antibalaka que no parecen tener ningún control se meten a matar a cualquier musulmán que se atreve a pasar por los barrios que controlan. Además, no se trata solamente de matar sino de torturar y mutilar. Muchos barrios de Bangui son un polvorín y nadie parece capaz de estabilizar la situación. El gobierno de transición ha mostrado su ineficacia y ya nadie cree que sea capaz de reconciliar a unos y otros. Lo único que la gente espera ahora es la organización de las elecciones para salir de la transición. La Comunidad Internacional está presionando mucho pero tampoco se sabe muy bien hasta qué punto es posible organizar las elecciones creíbles sobre todo el territorio. De momento, se ha fijado la fecha del 13 de diciembre para la primera vuelta. El papa va a un país que le quiere y le espera pero en unas condiciones inciertas. Aunque realmente nadie crea que los antagonistas vayan a iniciar los disturbios durante la visita, nadie puede descartar que algún descerebrado dispare la delegación de los que considera sus enemigos. Las fuerzas internacionales tienen un reto de proteger a unos y otros durante todo este tiempo. Entre tanto, todo el mundo tanto los cristianos como los musulmanes y otras religiones esperan al Papa como agua de mayo. Todos quieren escuchar una palabra de alivio y paz. El problema es que la violencia de los últimos tiempos parece seguir un plan oculto de los que tienen interés en desestabilizar el país, impedir las elecciones y presentarse al final como los únicos capaces de salvar al país. Dios quiera que se den cuenta de su error y paren la sangría.

viernes, 23 de octubre de 2015

Un fin de semana electoral en África.

Tres países africanos tienen cita con las urnas durante este fin de semana: Tanzania, Costa de Marfil y Congo Brazzaville. Contrariamente a lo que suele ocurrir en los países occidentales donde la participación es escasa, en África, las elecciones están tomadas en serio y se pasan en medio de una efervescencia general en todos los sentidos. Queda saber si los africanos responden a la convocatoria con un sentido del deber o si, en algunos casos, van porque se les dicen de ir, a veces sin saber bien de que va el tema.
Hace unos años me encontraba en un rincón de algún país, completamente alejado de la capital. Allí a penas llega la onda de la radio nacional y nunca llega la señal de la televisión. Era el día del referendum para validar o rechazar la nueva Constitución que permitía al presidente seguir en el cargo. Pasé semanas buscando el texto de la Constitución y el día de las urnas llegó sin que hubiera conseguido leer el texto en cuestión. Entonces pregunté a algunos campesinos lo que significaba para ellos aquella convocatoria y me respondieron que les habían dicho que la mejor opción era el sí y que en el caso contrario, habría guerra en el país. Aquel día entendí que la participación masiva en las urnas era seguramente un acto legal y voluntario pero no significaba necesariamente democracia. La democracia es todo un sistema, un proceso, un ejercicio de derechos pero es ante todo un cambio de mentalidad y una práctica que supone haber ganado terreno a la ignorancia y al desconocimiento.
Tanzanía es uno de los países africanos con una trayectoria intachable de democracia. Desde que el padre de la independencia, Julius Nyerere aceptó dejar el poder en 1986, el país ha conocido una alternancia pacífica. En 1995, se celebraron las primeras elecciones con diversos partidos políticos sin que el país se viera afectado por una inestabilidad post electoral. Desde entonces, los presidentes se suceden en la magistratura suprema con toda normalidad. Tanzania es considerado uno de los países más tranquilos desde la independencia y su democracia tiende a ser un modelo sobre el continente. Los países vecinos aprenderían mucho de la sabiduría del país que define su sistema político como un socialismo africano.
Costa de Marfil es otro caso mucho más complejo. Durante mucho tiempo estuvo dirigido por Feliz Houphouet Boigny que muchos consideraban como un dictador con rostro humano. Como suele pasar en los casos de los reinos longevos, los herederos no supieron salvaguardar la misma paz y tranquilidad. Los intentos de democracia se frustraron en golpes de Estado y una fractura del país. En 2011, los resultados de las elecciones custodiadas por la Comunidad Internacional acabaron en un baño de sangre. El presidente actual Alassana Ouatarra, dado por ganador por la Comunidad Internacional y por perdedor por el entonces presidente Bagbo, llegó al palacio presidencial saltando los cadáveres. Este fin de semana será un desafío aunque todo indica que el presidente actual ganará sin dificultades ya que su anterior adversario se encuentra encarcelado en la Haya y su partido divido en trozos.
El caso de Congo Brazzaville parece a muchos otros casos donde se utiliza al pueblo para legitimar un diseño previo. El presidente Sassou Nguesso llegó al poder por primera vez con un golpe de Estado en 1979. Dirigió el país durante 12 años hasta 1991. El país entró entonces en una era de democracia pluralista. En 1997, Sassou volvió a hacer un golpe de Estado expulsando al presidente elegido por el pueblo, Pascal Lissouba. Diez ocho años después, es el hombre fuerte del Congo. Si sumamos los años anteriores, encontraremos que el general Sassou Nguesso lleva 30 años en el poder. Ahora, quiere cambiar la constitución para seguir ejerciendo la magistratura suprema. El referendum sobre la constitución de este fin de semana es un caso típico de movilización ciudadana bajo el nombre de democracia para legitimar las mismas políticas impidiendo así otra posible experiencia.
En los países donde los instrumentos democráticos están flojos, la limitación de los mandatos sirve para que el pueblo pueda experimentar una alternancia en el poder y otro tipo de proyectos. De otra manera, resulta imposible desbancar al que ya se encuentra arraigado en el poder y con todos los medios estatales en su ayuda.

viernes, 16 de octubre de 2015

Urwibutso, ejemplo de empresa rural integradora.


Sina Gérard me recoge en Kigali, una mañana, en su coche Land Rover. Cruzamos la ciudad de Kigali, capital de Rwanda y nos adentramos en las colinas hacia el norte. En esta carretera asfaltada que serpentea las montañas, voy contemplando la alternancia de colinas y valles. Rwanda es una belleza indescriptible. Su paisaje verde es una maravilla de la naturaleza. Al cabo de 40 minutos, llegamos al centro Nyirangarama, la sede de la empresa Urwibutso creado y desarrollado por la misma persona que me conduce.
Nyirangarama era en los años 80 ya un centro bastante moderno y concurrido por estar al lado de la carretera principal que une la capital con las ciudades del nordeste del país. Sina empezó su negocio poco a poco vendiendo artículos de base sin que nadie pudiera sospechar que aquel chico delgado con un lenguaje dulce y muy respetuoso llegara a montar un imperio de negocios y a transformarse en un millonario.
Fue en los años 90 cuando por un secreto que solamente él conoce, Sina inició un tipo de bollos muy originales llamado "Urwibutso", nombre que significa recuerdo en la lengua nacional, el Kinyarwanda. Muy rápidamente el invento tuvo éxito en todo el país y el término se convirtió en el símbolo de una nueva empresa innovadora en el centro de Nyirangarama.
El genocidio de 1994 paralizó por dos años la empresa pero a partir de 1997, Sina volvió a la carga esta vez con nuevos inventos todos originales los unos como los otros. La empresa dejó de producir solamente los bollos para convertirse en una cadena alimentaria importante acogiendo otras novedades. Allí se empezó la transformación de diversos productos del huerto diversificando así el negocio. En la actualidad, Urwibutso es una empresa que produce zumos de todo tipo de frutas, pimienta picante llamada Akabanga, licor de plátanos, agua embotellada, el vino rojo producido a partir de las viñas sembradas en las colinas de Rwanda, galletas de boniato etc.
El negocio se amplió tanto que ya los productos se venden por todo el país y parte del extranjero como en Bélgica o Alemania. También la originalidad de la empresa le valió muchos premios sea a la mejor creatividad en un país en vías de desarrollo sea a la mejor integración rural. Nyirangarama que era antes un pequeño centro creció y tomó una relevancia tal que hoy en día es un sitio de obligada visita para todos los que visitan el norte de Rwanda.
Lo que llama la atención de esta singular empresa  es la calidad de los productos, el higiene muy destacado en los lugares de producción y la disciplina de los trabajadores. Al ver la eficacia y el resultado, uno se da cuenta de que África puede ir adelante con sus propios iniciativas.
La sede de Urwibutso.
La originalidad de la empresa de Sina es igualmente su apuesta por emplear a los habitantes locales. La mayoría de los que trabajan allí son chicos y chicas del lugar, algunos universitarios, otros con un sencillo bachillerato y una mano de obra numerosa de los que no pudieron llegar lejos en los estudios. Esto hace que la empresa parezca realmente un bien del pueblo y sin lugar a dudas, la presencia de esta empresa hizo que el nivel de vida del pueblo está notablemente por encima de otros lugares.
En la actualidad, la empresa utiliza algo más de 600 trabajadores entre los técnicos cualificados y trabajadores fijos y temporales. Muy pocas empresas en el país llegan a esta prestación  en un lugar alejado de la capital. Nyirangarama es ahora mismo el símbolo de un nuevo tipo de desarrollo rural y el modelo de éxito de una empresa típicamente local que nació y creció sin depender de una tecnología venida de lejos.
El otro punto muy interesante que hay que destacar es la apuesta por la educación. Aparte de la producción y la venta que son los nervios del busness, Sina quiso también promocionar la enseñanza local. A este efecto, puso en marcha una escuela donde todos los niños del lugar pueden estudiar pagando poco o nada según el nivel de vida de los padres. La escuela ubicada en una montaña preciosa, lejos de la carretera principal, alberga a más de 800 alumnos, la mayoría de ellos internos. Inútil insistir que mantener y abastecer una escuela es una labor que requiere mucha dedicación y muchos medios. Quizá uno de los logros de Sina para el futuro de la zona sea eso más que la empresa en sí.
Gaetan y Sina ante los alumnos.
Todos los que pasan por el lugar alaban la creatividad cada vez grande de este señor que no deja de poner en el mercado novedades. Cada año intenta presentar algo nuevo en la exposición venta que organiza el ministerio del comercio al nivel nacional y varias veces salió apremiado por sus productos. Al mismo tiempo, se alaba la integración del pueblo dentro de la empresa lo que constituye un elemento de desarrollo de la zona. No solamente, la empresa emplea a gente local sino que también compra los productos de los huertos de la región sea para la transformación, sea para alimentar los alumnos de la escuela, sea para la consumación de los trabajadores.
Hay quien me dijo que si hubiera diez personas capaces de hacer Urwibutso en el país, Rwanda saltaría al nivel de países emergentes dentro de muy poco tiempo. No cabe duda que África se desarrollará cuando haya muchas personas creativas capaces de poner en marcha una empresa como Urwibutso y que suficientemente valientes para realizar este tipo de proyectos. Felicidades a todos los que constituyen el orgullo de África y al mismo tiempo su futuro.

Gaetan 

Sankara, el héroe de África.

El día 15 de octubre de 1987, tenía 15 años y me acuerdo de ese día como si fuera el año pasado. Estaba en un internado en algún lugar de Rwanda cuando nos anunciaron que el gobierno acababa de decretar un duelo nacional. El motivo del duelo era la muerte de Sankara. Entonces, no sabía quién era ese señor ni qué había hecho que merecía tanto reconocimiento. Solamente nos dijeron los más mayores que un héroe africano había sido asesinado.
Desde entonces, no he dejado de admirar a este hombre que había conseguido transmitir un mensaje de liberación del continente africano en menos de cuatro años y desde un pequeño país que se llama Burkina Faso.
Thomas Sankara nació en 1949 en lo que se llamaba entonces Haute Volta. Después de una carrera militar en Madagascar hizo un golpe de Estado en 1983 ayudado por tres de sus íntimos compañeros, entre ellos Blaise Compaoré. En aquella época, los golpes de Estado eran algo frecuente en África y nadie prestaba atención a la doctrina del golpista de turno. Pero el golpe de Sankara trajo algo diferente: era una verdadera revolución. Desde el primer momento, el nuevo jefe de Estado mostró su carisma de visionario. Declaró la guerra al imperialismo occidental representado por Francia. Quiso enseñar a su pueblo y al continente entero una nueva manera de vivir en la verdadera independencia mental, moral, política y sobre todo, económica. Cambió el nombre de su país de Haute Volta a Burkina Faso que quiere decir "país de los hombres íntegros". Se dedicó a inculcar su nuevo sistema a sus ciudadanos con su propio ejemplo. Su receta era sencilla: autosuficiencia local. Se trataba de rechazar las ayudas externas que siempre llegan envenenadas, consumir lo producido localmente aplicando la austeridad. En pocas palabras, enseñaba que valía mejor vivir pobre con dignidad que rico en la esclavitud.
Sankara recorrió el mundo predicando la autenticidad y la independencia real. Sus discursos no dejaban a nadie indiferente: en la tribuna de la ONU, ante sus homólogos africanos en la OUA. En todos los sitios donde pasaba, enseñaba la liberación del pueblo africano. Su visión no tardó en rebosar las fronteras. En muy poco tiempo, como una pólvora, su política caló en la mente de muchos intelectuales jóvenes del continente.
Sankara sorprendió a todos sus ciudadanos declarando sus propios bienes y obligando a todos sus ministros a hacer lo mismo. La lucha contra la corrupción era una prioridad en un país que querría construir su futuro con sus propias fuerzas. También fue pionero en la promoción de los derechos de las mujeres. En este terreno, colocó a muchas mujeres en los puestos de responsabilidad, declaró la guerra a la mutilación genital y a los matrimonios forzosos. También dedicó muchos recursos a la autosuficiencia alimentaria y a la alfabetización de sus ciudadanos.
Como suele ocurrir, a los grandes de este mundo no les gustó un discurso tan revolucionario capaz de movilizar toda África y parar el expolio generalizado por medio de los dirigentes afines al neocolonialismo. El miedo de un Che Guevara en África o la réplica de un castrismo sobre el continente negro se apoderó de los que no podían soportar la independencia total de África.
Sankara fue asesinado en la noche el 15 de octubre de 1987 por su propio amigo y compañero de lucha, Blaise Compaoré. Murió después de haber declarado lo siguiente: "Se puede matar a un revolucionario pero nunca mueren sus ideas". Aquel día, toda África lloró. Sus ideas habían cruzado las fronteras de Burkina Faso para alcanzar los corazones de los africanos, para siempre. Los grandes hombres no mueren, sobreviven en la mente de los que creen en sus ideales.
Hoy se recuerdo a Sankara como un héroe de la libertad y un ejemplo de lucha desinteresada a favor de la independencia total de los pueblos. https://www.youtube.com/watch?v=6ej8Wp3Mk-4


miércoles, 7 de octubre de 2015

RD Congo y los signos de los tiempos.

La sabiduría de un dirigente consiste en saber leer los signos de los tiempos y hacer lo que se ajusta al bien de su pueblo. Desgraciadamente, da la impresión de que cuando uno llega a la cumbre de la gloria, le cuesta mirar con objetividad lo que ocurre a su alrededor. En la mayoría de casos, sus asesores le tapan los ojos haciéndole creer que las cosas van bien y que el pueblo le ama. Muy pocos dirigentes se atreven a ver las cosas como son y a leer las aspiraciones reales de su pueblo. Cuando no hay barreras de contensión fuertes ni estructuras sólidas para impedir la deriva, el dirigente ciego lleva al país a la catástrofe convencido de estar haciendo el bien. Hace exactamente un año, el presidente de Burkina Faso, Blaise Compaoré, convencido de ser el elegido de Dios para la vida de su pueblo, quiso combiar la Constitución y así permanecer en el poder ad eternam. Muchas voces se levantaron contra este proyecto. Algunos de sus amigos le desaconsejaron el intento e incluso, sus propios amigos de partido le abandonaron. Los signos de los tiempos estuvieron allí de manera clara. Nadie quería la continuidad del regimen. Compaoré no quiso leer los signos ni quiso oír los consejos de sus propios amigos. Prefirió seguir su instinto y los consejos de aquellos que siempre dicen lo que uno quiere escuchar. Lo que pasó después fue una revuelta popular que le hizo salir de la gloria por la puerta de atrás. Si Compaoré hubiera sabido interpretar los signos, habría preparado a alguien de su partido y apoyándole en las elecciones, estaría ahora disfrutando de una jubilación mucho más agradable. En vez de eso, está viviendo un amargo exilio en Costa de Marfil. Últimamente, la República Democrática del Congo está viviendo los mismos signos. Se suele decir que la historia nunca se repite, pero a veces uno tiene la impresión de que la rueda del tiempo gira para todos y muchas veces en las mismas circunstancias, se repiten los mismos hechos. Hace poco siete partidos aliados al presidente Kabila selieron de su círculo alegando que éste está queriendo hacer un juego suicida. Querían decir con esto que no merece la pena tocar la Constitución y prolongar el mandato para que el presidente Kabila siga en el poder. La Constitución congoleña otorga solamente dos mandatos al presidente. Ahora bien, Kabila lleva dos mandatos y según la carta magna, tiene que organizar las elecciones en 2016 sin presentarse. Si lo hace, saldrá por la puerta grande y será recordado como alguien que ha llevado el país a la democracia. Directamente después, Kabila hizo un cambio de gobierno echando a todos los contestatarios. Cómo si fuera poco, unos días después, el gobernador de Katanga, uno de los hombres más populares de Congo, Moïse Katumbi, declaró haber abandonado el partido del presidente y directamente después dimitía de sus funciones oficiales. También él dice estar en contra de los juegos que pretenden tocar la Constitución. Para alguien que tiene los ojos abiertos, estos son signos de los tiempos que no engañan. San Agustín decía que "Dios siempre habla claramente pero no sabemos escuchar con claridad". ¿Por qué algunos dirigentes llegan a un momento en el que parecen ciegos y sordos? ¿Será verdad que el poder nubla la razón? De momento, no sabemos lo que pasará en el Congo pero si las cosas no pasan por el buen camino, el gigante africano puede despertarse y cuando el gigante se levanta, hay que preparse a oír los ruidos de sus pasos.

domingo, 27 de septiembre de 2015

Centroáfrica, al borde de la irracionalidad

Alguien descubre un cadáver en la calle. Constata que se trata de un musulmán por su forma de vestir. Llama a algunos musulmanes y lo llevan a la mezquita para que se haga sus últimos adios según la costumbre musulmana. Inmediatamente después, los jóvenes musulmanes se levantan con armas de fuego y empiezan a disparar sobre cualquier ser humano que pasa que sea musulmán. Parece una prelícula dramática excepto que aquí no se trata de una película sino de la verdad. Esto mismo ocurrió ayer día 26 de septiembre de 2015 en el barrio llamado Km 5 en la ciudad de Bangui, en la República Centroafricana. Cualquiera que no conociera la complejidad de la situación que lleva viviendo este país desde 2012, pensaría que todo el mundo se ha vuelto irracional. Durante todo el día de este sábado, diversos barrios de Bangui quedaron paralizados por los enfrentamientos. Los jóvenes musulmanes, varias veces relacionados con los seleka en el km 5 decidieron vengarse de musulmán matado. El muerto en cuestión era conductor de taxi. Nadie sabe quién lo mató ni por qué. Nadie conoce las circunstancias de su muerte. Sin embargo, partiendo de las suposiciones absolutamente irracionales y del odio creado entre los musulmanes y el resto de la población en este país, los jóvenes musulmanes no dudaron en acusar a los antibalaka de ser culpables de la muerte del taxista. Empezaron a lanzar piedras sobre todos los coches que pasaban, erigieron barricadas en la carretera que une Saint Michel al barrio de Fatima, dispararon indescriminadamente a los civiles. Los antibalaka que siempre están allí en los barrios, por su parte, sacaron sus armas y armaron la buena. Las fuerzas internacionales que supervisan la paz no consiguieron interponerse con tiempo. El balance de los enfrentamientos hasta esta mañana del domingo es de 21 muertos y un centenar de heridos. Es el balance dado por el hospital comunitario de Bangui. Nadie sabe cuántas personas murieron en sus casas o que quedan por recoger en las calles peligrosas de la zona. La pregunta que uno se hace es: ¿Hemos perdido la razón? Si se descubre un cadáver en cualquier rincón del país, ¿es absolutamente necesario que los seleka y los antibalaka saquen armas, destruyan vida y sumerjan su país en un caos? ¿Quién parará esta locura? Hablo de locura porque aparentemente la gente mata sin saber el porqué. La República Centroafricana lleva tres años de desorden y violencia. Las fuerzas internacionales de la ONU que intentan estabilizar el país no consiguieron hacer el desarme forzoso. Los distintos beligerantes siguen armados cada uno en su rincón. Todos te dicen que quieren la paz pero no son capaces de entender que el ciclo de violencia solamente genera miseria y muerte. Algunas malas lenguas dicen que hay una mano diabólica detrás del repunto de violencia de los últimos momentos para desestabilizar el país y así justificar la prolongación de las instituciones de transición. Hay que decir que la Comunidad Internacional opta por la organización de las elecciones durante el próximo mes de octubre, concretamente el 18 de octubre. Sin embargo, algunos observadores creen que parece irrealista respetar esta fecha. Entre tanto, algunos siguen pensando en matarse. Gaetan

jueves, 24 de septiembre de 2015

La fuerza de un pueblo

"Cuando un pueblo llega a la consciencia de libertad, se libera". Es una evidencia que todas las tiranías del mundo aprovechan la ignorancia del pueblo y la manipulación para perpetuarse. Cuando el pueblo tiranizado consigue entender que tiene el poder en sus manos y que que consigue alcanzar la categoría de libertad como derecho fundamental de todo ser humano, no hay fuerza capaz de parar su liberación. Ni las armas, ni la intimidación son capaces de impedir que un pueblo deseoso de libertad consiga su objetivo.
Lo acabamos de observar en Burkina Faso. El general Gilbert Dienderé est testigo directo de lo que un pueblo es capaz de hacer frente a la fuerza de las armas. Este general, jefe del famoso RSP (Regimiento de la Seguridad Presidencial), instrumento de represión del pueblo durante toda la dictadura de Blaise Compaoré, pensaba destituir las instituciones de la transición y salir con las suyas. Hizo el golpe de Estado, secuestró al presidente Kafando y a su primer ministro Zida, desplegó a sus militares en las calles de Ouagadougou, se auto-proclamó presidente. Pero olvidó una cosa: el pueblo burkinabés ya no es una masa que se deja guiar  ciegamente.
Hace exactamente un año, ese mismo pueblo se levantó como un solo hombre, se lanzó a las calles de Ouagadougou, hizo un grito unánime en la plaza de la revolución. Consiguió con su movilización y su clamor expulsar a uno de los dictadores más longevos de África. Blaise Compaoré quién pensaba cambiar la constitución para perpetuarse en el poder se vio sorprendido por el rechazo del mismo pueblo por el que se proclamaba apreciado. No funcionó su táctica de manipular en el nombre del pueblo. Los burkinabeses ya habían alcanzado la categoría de libertad y no aceptaban ya dejarse manipular. Compaoré huyó del país dejando sitio a un gobierno de transición.
Como si Dienderé no se hubiera asomado a la calle aquel día para ver la determinación del pueblo o no hubiera tomado la lección de la historia, pensó que podía quitar alegremente las instituciones de la transición y controlar la situación. Las malas lenguas dicen que quiso imitar al mariscal Sissi de Egipto y aparecer como el libertador del pueblo. Pues, se equivocó. Nada más proclamarse presidente, no durmió ni una sola noche. Todo el pueblo se movilizó otra vez y toda la sociedad se levantó unánimemente para rechazar esta pretensión de hablar en el nombre del pueblo sin que te haya dado mandato. Como si fuera poco, el resto del ejército se dirigió a la capital para apoyar al pueblo. Dienderé se vio acorralado. No lo quedó más remedio que liberar a los rehenes y declararse vencido. Dijo textualmente: "Ha sido un gran error hacer este golpe".
Así se acabó el que ha sido siempre el hombre fuerte, manipulador, eficaz, inteligente pero siempre en la sombra de Compaoré. Su exceso de auto-estima le llevó al fiasco. No hay más miseria que bajar de la gloria a la ruina. Algún comentarista llegó a decir que Dios sabe hacer las cosas en su debido tiempo: gracias a esta torpeza, el famoso RSP desaparecerá sin resistencia.
Enhorabuena al pueblo de Burkina Faso. 
Gaetan

miércoles, 23 de septiembre de 2015

La tecnología en las colinas

(artículo publicado en el blog de El País, Africa no es un país)

Un señor quiere enviar dinero a su hijo que cursa estudios en el otro rincón del país, llama a su vecino que hace poco acabó la universidad y le dice:
-          ¡Quiero enviar dinero a mi hijo! –dice el señor.
-          ¿cuánto? –pregunta el vecino.
-          ¡Cinco mil francos ruandeses! –responde el padre que quiere enviar dinero.
-          ¡Es muy fácil! –dice el vecino
-          ¡Dame el dinero, su nombre y su ubicación! –dice el vecino, finalizando la conversación.
Con este sencillo diálogo, el joven universitario teclea su teléfono móvil durante unos segundos, recibe los cinco mil francos y dice al señor:
-          ¡Tu hijo ya tiene su dinero!.
No es un mito ni una exageración. Presencié esta escena en una de las colinas de Rwanda hace apenas un mes. Me quedé sorprendido y abrumado por este avance de la tecnología, puesto de manifiestoen un país subdesarrollado, algo que, ni siquiera,nunca había visto todavía en Europa.
Al preguntar, me dijeron que el sistema se llama “mobile banking”, es decir un banco que se mueve. En realidad, es un banco virtual situado en el teléfono del joven universitario, pero es un banco de verdad y no un juego.No es tan complicado como se puede imaginar. Cuando te explican el mecanismo, entiendes muy  rápidamente que no se trata de ningún milagro. Es sencillamente una de las buenas cosas que puede traer la tecnología. El titular del móvil, cobra por el número de gestiones y el dinero que mueve en cada operación. Este sistema le estimula a buscar clientes para aumentar sus ingresos, es decir que el banco móvil es también un puesto de trabajo. Para ser miembro de esta red de banco móvil, hace falta inscribirse a la compañía que promueve este sistema y depositar una cantidad de dinero como garantía. La eficacia es desde luego garantizada.
En Rwanda, el país de las mil colinas donde le paisaje se impone con una belleza extraordinaria, la tecnología está siendo un motor de desarrollo. Para empezar casi todo el mundo dispone de un teléfono móvil hasta en los rincones más remotos del país. La situación geográfica y la pequeñez del territorio nacional hacen de Rwanda un sitio privilegiado para extender la cobertura a todos. Pero lo más interesante es que el teléfono no solamente sirve para las llamadas sino que está siendo un instrumento de otras muchas facilidades. Muchas aplicaciones están siendo ensayadas haciendo de Rwanda un país en la dinámica de la modernidad tecnológica.


Ya nadie se desplaza a los grandes centros para pagar sus impuestos u otras facturas ni es necesario ir a los agencias para hacer una tarjeta de embarque para los viajeros. Igual que en los países avanzados, el checking-in se hace por internet dentro del móvil. Todas las compañías tienen la opción internet en sus ofertas.
Una de las aplicaciones más llamativas es la compra de la corriente eléctrica por móvil. Uno sin irse de su casa, compra la cantidad de energía que necesita tecleando un código previamente recibido y activando así su cuenta en la compañía eléctrica. En un instante, llega la electricidad correspondiente al dinero pagado. La ventaja de esta aplicación está en que cada uno paga lo que realmente consume y nada más. Evidentemente, esto supone que haya una red eléctrica instalada en casa. Y eso es también otro de los avances que se observan en este pequeño país.
En los últimos años, se ha intensificado la distribución de la electricidad en muchos sitios. He podido ver cómo los habitantes se unen para contribuir con dinero y mano de obra afín de poder hacer llegar la electricidad a sus hogares. Una vez que la contribución fijada por la empresa pública de energía está lista, el Estado se encarga de completar y conducir las líneas de corriente. El objetivo oficial sería llegar a poder abastecer a 75% de la población. Sorprende ver cómo en pocos años, la electricidad ha dejado de ser un objeto de lujo para llegar a la mayoría de los centros en el interior del país e incluso subiendo las montañas para llegar a los hogares dispersos por aquí por allá.
Bien es verdad que hay muchos cortes debidos a que la producción es todavía insuficiente. En todo caso, hay una evidencia: Rwanda ha entrado en la dinámica de la corriente mundial de la tecnología y esta, ineludiblemente, necesita electricidad.
A raíz de estos hechos, muchos jóvenes empiezan a poner en marcha su creatividad. Me sorprendió uno que acababa de inventar una cocina que utiliza las piedras volcánicas y un consumo mínimo de electricidad. La corriente calienta las piedras y estas, retienen el calor y calientan la cacerola. Con este “cacharro”, muy sencillo y barato, se consigue ahorrar la madera que se está convirtiendo en un bien escaso en un país tan sobrepoblado como Rwanda. Es una muestra de cómo cuando se libera espacio, los hombres son capaces de utilizar su inteligencia y hallar bienestar ellos mismos. El problema del fabricante, licenciado en física, según me contó, es la protección de su invento que de repente aparece en el mercado después de ser pirateado.Y eso ya no es un tema de desarrollo tecnológico, sino político y social, concretamente, legal.

En la misma dinámica, se observan a los policías sobre la carretera con aparatitos que miden la velocidad de los coches. No son aparatos inventados en Rwanda pero es una verdadera revolución en la región de los Grandes Lagos. Con esos aparatos, ya no se puede multar a alguien sin clara seguridad de haber infligido las reglas  de circulación. Igual que los radares móviles que uno encuentra en los países avanzados, y a los que estamos tan acostumbrados en nuestras carreteras, esos aparatos manuales te indican con exactitud la velocidad a la que va el coche.
Se puede discrepar sobre el sistema de desarrollo que se está planteando en algunos países africanos pero hay una cosa innegable: la tecnología avanza a pasos agigantados y no se podrá concebir el futuro sin ella. Ningún país puede sustraerse de los elementos que están a la base de la globalización.

Gaetan

domingo, 20 de septiembre de 2015

La situación de los derechos humanos en África.

(artículo publicado en el blog http://lacaciasociados.es/blog/) 

Cuando se habla de los derechos humanos en un lugar, se está refiriendo a la capacidad que tiene cada ciudadano de ver su vida y sus pertenencias protegidas por la ley de su país. Y esta ley ha de ser justa, promulgada con la finalidad de alcanzar el bien común. Cuando es perturbado en sus derechos, ha de tener la posibilidad de recurrir a instancias superiores, administrativas o judiciales. Todas las estructuras políticas, administrativas, jurídicas, policiales y sociales tienen el cometido de asegurar que nadie se sienta injustamente tratado. 
La situación de los derechos humanos en África no puede ser homogénea ni es prudente comparar un país con otro. Todo depende de la evolución política, económica, social y cultural de cada uno y los problemas que pueda tener. Es importante recordar que cuando hablamos de África, nos estamos refiriendo a 54 países de trayectorias y situaciones diferentes. 
Desde las independencias, en los años 1960, cada país africano ha seguido su camino, aunque se pueda vislumbrar una línea común en lo que se refiere a la estructura política. Volviendo a nuestro tema, es importante poner de relieve que la Organización de la Unión Africana (OUA) publicó el 21 de junio de 1981 lo que se llamó “La Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos” a la cual suscribió la mayoría de los países del continente. Para entender mejor la situación actual de los derechos en África, es mejor dividir los países en cuatro categorías: los países en conflictos armados, los países con gobiernos dictatoriales, los países con gobiernos democráticos y los que no son ni democráticos ni dictatoriales. 
La guerra es el primer hachazo a los derechos humanos. Es imposible proteger a las personas y sus bienes donde las bombas destruyen vidas. Los países en conflictos son a menudo los que menos respeto tienen hacia las personas. Las fuerzas del orden suelen comportarse de manera violenta, las estructuras judiciales están en mal estado, o son muy parciales. En esos países encuentras a miles de desplazados hacinados en campamentos habiendo perdido todo lo que poseían. Las violaciones son numerosas e impunes mientras que la tortura se convierte en una vía rápida para conseguir información. En muchos casos los asesinatos extrajudiciales son utilizados sistemáticamente como métodos persuasivos para desanimar al adversario y sembrar el miedo. Cuando se trata de conflictos étnicos o religiosos, es peor todavía ya que los grupos armados, en general, escapan a todo control del Estado. En esta categoría de países, los derechos humanos brillan por su ausencia. 
En los países dictatoriales, la situación es más compleja. En general, las autoridades se presentan como garantes de la justicia y del derecho. Pero en la práctica, los tres poderes tradicionales (legislativo, ejecutivo y judicial) se confunden. Los dirigentes se ponen, a menudo, por encima de la ley y los jueces no se atreven a proteger al perjudicado. La justicia suele estar muy politizada y las fuerzas del orden espolian al pueblo o lo atemorizan. La corrupción reina en todos los niveles de la administración del Estado y las cárceles suelen ser lugares inviables. Una de las características de esos países es la existencia de presos políticos o de opinión, y existe una carencia de libertad de expresión. Allí, aunque las autoridades den una apariencia de orden, el espacio político está muy mermado o es inexistente. 
Luego vienen los países democráticos, que progresivamente van aumentando poco a poco en África. Son aquellos países donde se organizan las elecciones libres y donde se va favoreciendo la alternancia en el poder. En esos países, la situación de los derechos humanos igual que otras dimensiones de la vida social ha mejorado mucho. La libertad de expresión ayuda a desenmascarar los abusos y la justicia tiende a hacer su trabajo. También, aunque todo esté por mejorar, se notan mucho los resultados de la lucha contra la corrupción y los intentos para proteger al ciudadano son notables. 
Últimamente ha surgido otra categoría de países que se encuentran a medio camino entre la dictadura y la democracia. Allí se organizan las elecciones fraudulentas y aunque la situación tiende a mejorar, no hay un cambio radical en las prácticas abusivas de las instituciones. En esos países, la prensa es medianamente libre, no hay presos políticos y la oposición tiene palabra. Sin embargo, la corrupción y los excesos siguen su camino por falta de voluntad política de los dirigentes y del debilitamiento de la oposición. 
Como se ve, la situación de los derechos humanos varia de un país a otro en África. Hay que valorar cada país y analizar su evolución social y política. Lo único que se puede afirmar es que cuanto más se profundiza en la democracia, mayor es el respeto de los derechos humanos. 

                                                                                       Gaetan Kabasha.